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| Ilustracion de Patrick Hoesly |
El sistema bancario y financiero es un de los sectores más cuestionados por su (i)responsabilidad en la actual crisis. Todos los días aparecen noticias sobre su opaco funcionamiento y el efecto de su visión de máximo beneficio cortoplacista -especulación-, sobre asuntos tan importantes como el acceso a la vivienda o las pensiones. Igualmente, estas instituciones financian operaciones de gran impacto medioambiental y social como grandes infraestructuras, extracción petrolífera, centrales nucleares, guerras, gobiernos dictatoriales, etc. Y todo esto con nuestro dinero.
Bueno, pues esto no tiene por qué ser así y, a pesar de lo que nos cuentan, existen alternativas. Desde hace unos años hay en España una iniciativa ciudadana para tomar el control del uso de nuestro dinero, estableciendo criterios éticos y sociales para decidir dónde invertir nuestros ahorros y dónde no. Fiare, opera ya en nueve comunidades autónomas bajo licencia de la Banca Popolare Etica italiana, y financia proyectos relacionados con la cobertura de necesidades básicas de las personas; con la financiación genérica (estructura, locales y tesorería) a todas aquellas entidades sin ánimo de lucro que promueven o desarrollan actividades con impacto social positivo; y ofrece créditos para la puesta en marcha de proyectos empresariales, estando su aprobación sujeta a la evaluación ético social tanto de la entidad solicitante como del proyecto.
Es la denominada banca ética, que incluye también otras instituciones, organizaciones sociales y personas que operan con esta lógica. Y, en medio de la crisis, y tal vez gracias a ella, no ha dejado de crecer tanto en fondos como en operaciones.
Este mes de octubre, Reccrea se ha sumado al proyecto Fiare, contribuyendo así a reunir el capital social y cumplir las condiciones que exigen la banca española y europea para constituirse como entidad financiera de carácter cooperativo. Participaremos en el proceso de conformación de la institución financiera y, como socios de derecho, en la vida asociativa de la misma. Esta es por ahora, nuestra manera de construir una realidad económica más acorde con la sociedad a la que aspiramos.
