viernes, 9 de marzo de 2012

Democratizar, desmercantilizar y descolonizar

Asistimos al II Seminario internacional de educación crítica para la cooperación al desarrollo, organizado por IEPALA y fueron muchos y diversos los y las ponentes que pasaron por los micrófonos y con quienes pudimos debatir, aunque los tiempos de diálogo, como siempre, acaban siendo cortos. Pero este es otro debate, o tal vez no...

La jornada del sábado inició con Boaventura de Sousa Santos, catedrático de la Universidad de Coímbra y de quien extraemos algunas de las ideas más interesantes de su ponencia “Descolonización del pensamiento, movimientos sociales y cooperación internacional”.

Para Boaventura de Sousa, las crisis tienen un papel aclarador porque sacan a la luz las evidencias. La parte del mundo que preconizaba el desarrollo y daba recetas a los demás se ha quedado sin ideas y lo que es peor, aún no se ha dado cuenta de ello. Sousa señalaba que “la línea del tiempo está confusa, porque parece que ahora vamos del desarrollo al subdesarrollo”. Desde hace tiempo se teoriza en el sur acerca de que las políticas de desarrollo europeo causan subdesarrollo. En Europa hay una asfixia total de soluciones. Después de 5 siglos de colonialismo y de “enseñar” a los demás cómo hacer las cosas, hemos perdido la capacidad de escuchar y por tanto de aprender.

Si esto lo trasladamos al ámbito de la cooperación y del modelo de desarrollo autoritario y hegemónico que Europa ha impuesto al resto del mundo, nos encontramos con que muchas de las recetas no sirven porque no se adaptan ni a la realidad, ni a la cultura, ni a la forma de ver el mundo de los demás pueblos. Y en esas estaba Sousa, cuando se despachó con una frase rotunda y contundente: “el pecado original de la cooperación es la palabra desarrollo, que pone fuera de juego a cuatro quintos de la población mundial”. Por eso propone sustituir el concepto de desarrollo por el de autodeterminación de los pueblos, para que sean ellos desde su sabiduría y percepción de sus problemas, quienes aporten las soluciones para alcanzar una vida en dignidad. De esta manera “los términos de la ayuda son definidos desde dentro”.

Sousa afirma que el modelo neoliberal impone una cultura de muerte de la diversidad, de las culturas, de la vida, que mata las expectativas y la esperanza. “Vivimos a la espera de mejorar y superar la crisis, pero sin esperanza” y lo califica de neoliberalismo disciplinador porque transfiere las responsabilidades colectivas a las responsabilidades individuales; promueve la libertad, pero elimina las condiciones necesarias para ejercerla; aboga por un individualismo autoritario; y promueve una sociedad políticamente democrática, pero socialmente fascista. En definitiva, vivimos en un estado de sub-ciudadanía, ya que no podemos ejercer nuestros derechos.

Sousa señala además, siete amenazas. La primera tiene que ver con la desorganización del estado, donde al igual que en la época colonial, se eliminan las interacciones no mercantiles, por lo que poco a poco perdemos el estado del bienestar. Asistimos a un vaciamiento de la democracia, debido a que en los últimos 30 años la esfera política y la espera económica se han fusionado, provocando la pérdida de la democracia. Se produce también una destrucción indiscriminada de la naturaleza; una devaluación del trabajo; una mercantilización del conocimiento, lo que enlaza con su teoría del epistemicidio del sur, es decir, con la muerte del conocimiento de otras culturas no hegemónicas; se criminaliza la protesta social, como bien hemos podido ver recientemente en numerosas protestas ciudadanas; y se recoloniza la diferencia, pero ya no solo del norte al sur, si no también internamente porque quienes están mejor situados económicamente deciden cómo deben organizarse quienes no caminan a la misma velocidad, claro ejemplo de ello son los “rescates financieros” de Grecia y Portugal y los ajustes estructurales que conllevan.

En este momento de crisis, donde no parece haber salidas ni alternativas, lo que en realidad necesitamos es un pensamiento alternativo que nos permita encontrar otras soluciones. Frente a este panorama tan poco alentador, Boaventura da Sousa se declara como un optimista trágico, porque reconoce las dificultades pero se niega a dejar de luchar. Para Sousa “ninguna teoría rescata la vida, lo que rescata la vida es el activismo, por eso necesitamos un optimismo realista, no romántico”.

Re(d)//conocimientos
Para RECCREA es necesario romper el círculo vicioso de la formación especializada sobre cooperación que frecuentemente se limita a reproducir acríticamente el modelo predominante de desarrollo, que se aleja de las prácticas emergentes de transformación de la realidad social que superan y cuestionan el concepto tradicional. El seminario de educación crítica de cooperación para el desarrollo está en línea con uno de nuestros proyectos, llamado Re(d)//conocimientos, que llevamos a cabo con la Universidad Campesina en Red http://www.ucired.org.mx/. Esta iniciativa tiene el objetivo de potenciar la reflexión sobre el sentido de la cooperación internacional para el desarrollo, desde la perspectiva de la sociedad civil y contribuir a la generación de propuestas a partir de la gran variedad de prácticas, ideas e iniciativas innovadoras, que coexisten contribuyendo a introducir un pensamiento “excéntrico” sobre la cooperación para el desarrollo en las agendas académicas orientadas al sector, que luchen contra el modelo predominante de desarrollo basado en el capitalismo.

Puedes escuchar las conferencias del seminario aquí


Por Cristina García Cachón

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